La araña tejía y tejía su tela sin parar. No tenía tiempo para comer con la vaca ni para correr con la oveja ni para nadar con el pato. Hasta que apareció una mosca? ¡Y a ella sí le prestó su atención por un momento!
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias coma de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Se continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información