Incluso en las circunstancias externas más adversas, el cristiano dispone en su interior de un espacio de libertad que nadie puede arrebatarle, porque es en Dios donde encuentra su origen y su mayor garantía.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias coma de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Se continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información