A Pirulí le gustan muchas cosas, pero bailar está entre las que más. Baila y baila, armando jaleo o en silencio, zapateando o dando vueltas sin parar, siempre moviendo el esqueleto.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias coma de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Se continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información