Practicar este bello arte es casi tan simple como ponerle mostaza a una salchicha y mucho más entretenido. Los trabajos terminados se pueden despegar y volver a adherir sobre cualquier superficie vidriada.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias coma de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Se continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información